¿Listo para sudar? ¡No tienes que hacerlo solo! Las Clases de ejercicios grupales son el lugar perfecto para ir con un amigo. Es más probable que una persona se exija más y se mantenga motivada si hace ejercicio con otras personas.

Leslie Marant es una potencia para admirar, pero ella insiste en que es una mamá común y corriente que lidera con obstáculos para estar y mantenerse en forma.

Leslie Marant

Esta campeona y ex-corredora de pista en el bachillerato podía comer lo que quisiera, cuando quisiera, y nunca tuvo problemas de peso o de salud – hasta que se casó y tuvo hijos. Como tantas mamás, ella creció (físicamente) a medida que creció su familia.

Leslie Marant

En el momento en que ella cumplió los 40 años, ya había subido casi 60 libras. No sólo eso, estaba experimentado problemas con su matrimonio y uno de sus hijos tenía necesidades de educación especial. A pesar de que la hipertensión siempre había sido un problema para su familia, Leslie admite que en esos momentos, “pensar en la salud o la actividad física era lo que menos me importaba.”

Pero luego de su visita médica anual, el doctor le dijo que su presión sanguínea estaba elevándose, y que si los números seguían así hasta el próximo año, ella tendría que tomar medicamentos para el resto de su vida. Esto marcó un punto decisivo, porque ella sabía que la hipertensión es prevenible y manejable, pero sólo si ella cambiaba las cosas de inmediato.

“Yo dije (perdone la expresión) ¡Ni de fundas! Ésta es la llamada de emergencia que necesitaba escuchar. Quiero que mis hijos viajen por el mundo, que vayan a California, a Belize o a Peru. No quiero que ellos tengan que cuidar a su mamá por tener un estilo de vida sedentario que yo hubiese podido cambiar. De ninguna manera.”

Running

Así que Leslie volvió a lo único que conocía: correr. Y eso significó usar su «tendedero de ropa» para lo que verdaderamente era: una caminadora. Pero sus visiones de correr como cuando estaba en el bachillerato se destrozaron rápidamente cuando le faltó el aire – en menos de un cuarto de milla.

“Tenia asma. Mi respiración era un desastre. Lloré. Pero luego luché. La distancia que había corrido el día anterior, tenía que correr al menos esa distancia al día siguiente. Nunca me detuve, ni siquiera por un día, y así seguí por tres meses”

Las cosas cambiaron después de eso. Leslie empezó a enamorarse otra vez de la idea de correr, y encontró a otras personas quienes compartían su pasión. A través de las redes sociales ella descubrió «Black Girls Run» (Chicas Negras Corren), un grupo que estaba en sus comienzos. Ella invirtió horas innumerables como voluntaria, animando a otros, y descubrió que al ser entrenadora personal, se sentía motivada a seguir trabajando en su propio camino de entrenamiento físico.

Boot camp

Ahora Leslie toma clases de spinning y va al gimnasio al menos tres veces a la semana. También hace clases de ejercicio en el parque Rhodes en la calle 75 con Lansdale, los jueves a las 7:00 p.m. y los sábados a las 7:30 a.m. a $10 por sesión. No es para los débiles de corazón pero todos son bienvenidos. No importa si eres él que solía pasar todo el día en el sillón, o si practicas CrossFit como ella. Leslie hace que la clase funcione para todos, especialmente para esas super-mamás que están esforzándose por hacerlo todo. Porque ella ha pasado por esas.

“Te casas y eso se convierte en tu vida porque nos enseñan a dar prioridad a la familia. Pero ser una mejor esposa y madre también significa cuidarte a ti misma. Estas dos cosas no son mutuamente excluyentes. Para ser la mejor en cualquier cosa, sé que tengo que tomar tiempo para cuidarme a mí.”

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