Conoce a Elaine: una mujer de 29 años, quien se define a sí misma como un unicornio de medio tiempo, único en su clase, y una madre de tiempo completo. Vive en Fox Chase, y como fundadora de “Latinas in Motion” (Latinas en Movimiento) ella es una inspiración – tanto por su energía contagiosa como por sus ganas de romper estereotipos. Pero esto no ocurrió de un día para otro.
Después de que Elaine tuvo a su primer hijo, las 50 libras que había subido durante el embarazo no la hacían sentir muy bien. Trató de ir al gimnasio pero no podía atenerse a eso. Así que decidió empezar a correr, porque 1) ella podía controlar su propio horario, y 2) es gratis.
“No tiene que tratarse del dinero, especialmente cuando tiene que ver tu la salud. Puedes hacer ejercicio y tomar decisiones saludables, todo dentro de un presupuesto. Es una cuestión de mentalidad.”
Aunque Elaine nunca tuvo lo que ella considera el cuerpo de una atleta, estaba comprometida con encontrar su ritmo, así que persistió, ganó la confianza suficiente y se registró para el «Broad Street Run» (Carrera de la Calle Broad). Pero el día de la carrera, su sensación de orgullo solo llegó hasta cierto punto. En la carrera vio todo tipo de corredores, excepto otras Latinas. Si conoces a Elaine, sin embargo, sabes que ella no es la clase de persona que se desanima fácil o permanentemente.
“Yo vi una oportunidad para que mi comunidad se hiciera visible en este movimiento de ponerse en forma, y para que nos apoyáramos mutuamente a lograrlo juntas.”
Ese fue el comienzo de «Latinas in Motion.» El simple hecho de avisar a sus amigas por llamadas y mensajes de texto, ‘Oigan, voy a ir a correr a esta hora y en este lugar – ¿quién viene?’ fue lo suficiente (lo cual le sorprendió a Elaine) para atraer a un grupo de mujeres al lugar del encuentro y a la hora precisa. Ese grupo desde entonces se ha convertido en cientos, todos pertenecientes a distintas agrupaciones por toda la ciudad. Corredoras novatas, corredoras de maratón, madres que van con sus hijas, amigas quienes están emocionadas por conocer a mujeres de ideas y espíritus afines, todas reunidas, apoyándose mutuamente. Pasaron de ser desconocidas a formar una comunidad y luego a formar una familia.
“Nosotras somos un grupo de mujeres que simplemente nos inspiramos y nos motivamos las unas a las otras a estar activas.” Nos juntamos en algún lugar del barrio, caminamos y corremos juntas, de dos a cinco millas dependiendo de quién venga.”
Cuando llegó el momento de nacer el segundo bebé, Elaine ya había establecido su rutina. “Mis compañeras me vieron mientras yo estaba embarazada de mi hijo. Incluso cuando ya tenía siete meses de embarazo, seguía tomando buenas decisiones para mostrarles a todos que sí se puede. Yo soy una madre en movimiento, como les digo a todos: ‘Yo soy unicornio. No existen estereotipos que no se puedan romper. Tú también puedes ser unicornio. Nosotros podemos hacer esto!”