Natación
¡Chapotea!
Nadar es para todo el mundo, sin importar la edad, nivel de experiencia o estado físico. Todas las personas pueden beneficiarse de mantenerse fresco mientras elevan su ritmo cardíaco, incrementan su resistencia y fortalecen los músculos. Además, no hay muchas oportunidades similares que te permiten sentirte liviano mientras flotas en agua fresca y clara. Sentirse libre de la fuerza de gravedad es relajante y excelente para aquellos que padecen de dolor en los huesos y las articulaciones.
Con más piscinas públicas que cualquier otra ciudad en el país, debe haber una cerca de ti. Y no te olvides de seguir nadando cuando se pone más helado afuera. Filadelfia cuenta con cuatro piscinas públicas gratuitas que están abiertas todo el año: Lincoln, Pickett, Sayre Morris y Carousel House.
¿No te gusta mojarte la cara? No tienes que limitarte a ir de orilla a orilla en la piscina. Intenta hacer ejercicios aeróbicos en el agua usando pesas de espumas y la resistencia natural del agua te ayudará a tonificar tus músculos sin tener que sumergirte en el agua completamente.
Pero si eres nuevo en la natación, no te lances todavía a la parte profunda de la piscina. Empieza flotando, conociendo el terreno hasta que te sientes cómodo con tu cabeza bajo el agua. Pídeles consejos a tus amigos o toma una clase económica de natación. Vale la pena aprender lo básico (búscate un par de gafas de natación y posiblemente un gorro de baño) y luego explora las varias brazadas – estilo libre, pecho, espalda y mariposa – y descubre cuál es tu favorita.